Un bote de basura, una cáscara de naranja, un avión publicitario, un colectivo en la parada, nada. Un perro sobre otro, un gato en la ventana, una cabeza con piojos, nada. Un viejo en una plaza, un niño en una hamaca, un policía bajo un foco, nada. Un instituto alisado, una bandera izada, un regocijo aleatorio, una verdad diezmada, nada. Un libro empolvado, una revista usada, un papel higiénico mojado, una servilleta arrugada, nada. Una mancha de aceite, un ladrillo quebrado, una antena en el techo, una teja asustada, nada. Una luna naranja, una estrella fugada, unos árboles recios, una tierra sudada, nada. Un cuadro en blanco, un cuaderno rayado, una pluma cargada, nada. Un silencio sin pasos, un caminar descalzo, una cucaracha en la sombra, nada. Una vela orgullosa, unos mosquitos tenores, una pared aplastada, nada. Una bolsa sin viento, una oruga sin alas, un caracol sin recuerdo, nada. Una uña sin dedo, un cómo estás te hago falta, un no te escucho silencio, un dónde estás figurada, nada.