Cerezas y rosas
Me pintaste los labios
con tu acuarela silenciosa
con tu callada estela de frutos
de sábanas y almohadas silenciosas.
Tocaste la música
de los labios, cautelosa
y en las notas del deseo
mi lengua despertó revoltosa.
Arropaste mi boca:
al calor de entre mi boca.
Como a un río a mis labios llevaste
a tu playa donde desemboca.
Con un surco de cerezas.
Con los pétalos de rosas.
Con la aurora de riquezas.
Tu boca tocó mi boca.
Y yo ahí supe a que saben
las cerezas y las rosas
y caí entre las joyas
de una acuarela silenciosa.