Extendido sobre tus ojos oscuros
me apego a la noche que en ellos me abraza.
Sueño decirte las cosas que calla el alma
y se pierden como una barca entre las aguas.
Se llenan tus ojos de azules brillos, como el
cielo que se inunda de tristes lámparas.
Yo abro mi pecho sediento a tus ojos, como la
tierra que se abre con huecos paraguas.
Vuelan alondras azules y esmeraldas
rompiendo al cielo su fuente de lágrimas.
Arremolino una caricia sobre tus palmas.
Tomo tu mano como se toma el aura
y te llevo sin aliento de realidad ni razón
corriendo entre las celestes campanadas
entre tintineos de danzantes gotas en las charcas.
Locos iluminados con risas de agua
la noche vacía sus penas sobre nuestras almas.
Corremos como dos alondras azules y esmeraldas
hasta un nido invisible al costado de una plaza.
Mojada te veo más pura que el agua.
Quiero que sepas cómo te siento en mi alma
y anudo mi boca con el beso que callas.
Lámparas cuelgan sobre nuestras coronas
se derraman entre los dos mis ocultas palabras
tus labios las ponen en olvidadas barcas
y las lanzan entre las aguas y las campanadas.