Huida de la noche falsa
Hoy me fugué por un ojal
hacia la verdadera noche.
No quise la noche oscura
ni la sombra temeraria.
No quise la luna arrogante
ni las estrellas destiladas.
No quise nada de eso
y me fugué por un ojal.
Tomé mis pies ligeros.
Arranqué los frutos de la piedra.
Desangré las cenizas pasadas.
Levanté los cuerpos liquidados.
Destroné a los murciélagos.
Aplasté culebras y sapos negros
y cuando por fin nada malo quedó…
me plegué como un papel,
me hice llave magnifica,
me retorcí hasta ser un alfiler
y atravesé la noche falsa por un ojal.
Y al otro lado del portal
llegué a mi noche expectante.
La verdadera noche igual a todas.
La noche blanca que quise
con sombras sensatas.
La luna humilde que quise
con las estrellas labradas.
Yo quise todo esto
y me fugué por un ojal.