Sitio Lufso

Azul de Gris

Empecé estos (no sé qué carajo son) porque no tenía inspiración. Ni siquiera podía mendigar poesía, nada surgía. No tenía, ni tengo, ganas de cuentos o novelas. Entonces andando con mi pequeña canilla de humanidad por el campo de la literatura, me encontré con cuervos, con olivos girando en un campo viejo, y ahí, ayudado por un espantapájaros comencé a escribir estos (repito: no sé qué carajo son) y simplemente me rebalsé y tiré y tiro todo esto que me va surgiendo sobre el teclado. No quiero pensar metáforas para este estado. Me gusta que se vayan (si es necesario decirlo y lo es) al carajo.