Es fácil a la una; no es fácil a las siete y treinta y cinco.
Es fácil buenos días qué tal;
no es fácil te ayudo no importa.
Es fácil qué hacés bien ;
no es fácil vení contame te escucho.
Es fácil la humedad; no es fácil la madera seca.
Es fácil el asco y el vómito; no es fácil limpiar y estar ahí.
Es fácil la corona; no es fácil su forja.
Es fácil la escalera; no es fácil la cuerda engrasada.
Es fácil la noche, un bar, un trago, ella allá, ella aquí, vamos;
no es fácil el día, cualquier lado, uno mismo, la segunda vez.
Es fácil callar, mirar a otra parte, pasar de largo;
no es fácil no me parece, qué está pasando, hago algo.
Es fácil la bala, el puño, la desidia, la velocidad;
no es fácil el habla, la mano, la lágrima, el esperar.
Es fácil el cemento, los hierros, el humo, el rayo;
no es fácil el agua, las plantas, el aire, el espanto.
Es fácil la sangre, el veneno, la televisión, los diarios;
no es fácil el llanto, la asfixia, el hambre, la verdad.
Es fácil no me va a tocar, todo pasa en otro lado;
no es fácil es el mismo mundo todos somos hermanos.
Es fácil el yo; no es fácil vos también.
Es fácil comer, un terremoto, un me salvo;
no es fácil arar, reconstruir, te acompaño.
Es fácil desaparecer; no es fácil encontrar.
Es fácil vos no me gustás; no es fácil y dónde están.
Es fácil decirlo; no es fácil llevarlo a cabo.
Es fácil leerlo; no es fácil ser el héroe despertado.